3 de julio de 2008

La magia de la calle...




Me encanta ir por la calle y observar a la gente caminando...

Me encanta ver a dos personas mayores con los dedos de sus manos entrecruzados, me encanta ver que el amor perdura a lo largo de los años...

Me encanta observar a un niño pequeño, hacerle una mueca graciosa, y ver como responde a ella... ver como sonríe, y me mira con esos ojitos inocentes...

Me encanta ver como afloran los sentimientos en plena calle, como, sin quererlo, una persona te trasmite algo, sin ella saberlo, como alguien yendo tranquilamente por la calle con una sonrisa en la cara, te mira, y sientes que la vida puede ser bella...

Me encanta ver parejas que se regalan besos y abrazos por la calle, como se paran en mitad de la calle para demostrar a la otra persona lo que siente por ella, o simplemente porque lo necesita hacer, necesita sentirse más cerca de esa persona a la que ama...

Me encanta ir por el parque, ese con el lago, donde los patos pasan las horas, los niños disfrutan en la barca, y los padres observan los ojos de sus hijos, esos ojos con un brillo especial… Me encanta ir a ese parque… y observar que, años tras años, sigue conservando su misma esencia, esa esencia que un día me enamoró…

Me encanta oír el piar de los pájaros, ver como dan saltitos en la acera buscando algo de que alimentarse, me encanta ver como se asustan de su compañero más grande, la paloma, ver como echan el vuelo cuando caminas a su lado, y espavoridos se suben a una rama…

Me encanta ver a músicos tocando en la calle, tocando esa leve melodía que brinda una atmósfera especial a la calle, esa melodía que hace que los demás ruidos desaparezcan, y solo existan esas notas dulces empapando los oídos…
Me encanta saborear el aire que acaricia mi cara al deslizarme entre la gente… Me encanta disfrutar de cada mirada, cada gesto, cada vivencia que transcurre en la calle… cada lágrima, cada abrazo, cada beso, cada palabra tierna…

Me encanta ir por la calle mientras las luces del sol rozan mi cara, mientras las horas del reloj pasan, mientras mi camino se cruza con los caminos de los demás, y pensar que quizás ese momento es el único en el que puedo contemplar a esa persona...

Me encanta observar a la gente, ver su mundo a través de mis ojos, saber que la ciudad está viva, que es bella… Me encantan los pequeños detalles que nos brida la cal¡e, disfrutar de ella, empaparme de su esencia...