13 de julio de 2010

El después...

Existe un lugar… donde el tiempo no es tiempo y los espacios -pequeños, grandes, inmensos… - simplemente son soledades… donde las hadas de colores revolotean entre centelladas de ambición... pero se pierden en el agujero negro del desierto…

Al fondo se percibe el estrepitoso ruido de unos timbales al oído de volcanes que crepitan,… mientras las horas son princesas desencantadas de sí y de los príncipes inexistentes,… las horas solo son suspiros vacíos…

A este lugar se llega descalzo… con los pies marchitados por los recuerdos apáticos del camino, recuerdos pasados, presentes y futuros… Los pies vagan cerca del sol, pero se encuentran en el horizonte… Al filo del abismo… con la mirada perdida en la nada… se deslizan buscando un camino que seguir…

Allá... entre silencios y fascinaciones… nuestros logros y nuestras penas, nuestras fortunas y nuestros dolores… confluyen en un mar inmenso... tal vez podría ser el mar muerto… pero vivo a la vez….

Ese lugar que pensamos sin pensar, que soñamos sin querer… lo descubrimos sin siquiera darnos cuenta. Ese lugar tiene el nombre del después. Y hacia allá… tú, yo... todos... vamos. Al menos… mi cuerpo, mi mente y mi alma… están en él.

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